ORACIONES SAN EXPEDITO
Aquí podrás encontrar una gran variedad de oraciones a San Expedito; Patrono de las Causas Urgentes; para pedir por aquello que te angustia o preocupa, o simplemente para agradecer a San Expedito por aquellos pedidos concedidos.
San Expedito, te imploro que con tu sagrado poder
bendigas mi trabajo y me des fuerza y salud
Para ser más productivo cada día.
Que todo lo que haga o emprenda me salga bien.
Bendice mi jornada y dame la estabilidad laboral
que tanto necesito.
Ayuda también a mis compañeros de trabajo
que asumamos nuestras tareas con entusiasmo
que seamos unidos y cooperemos unos con otros.
Que los bienes y servicios que prestemos
sean del agrado de quienes acudan a nosotros.
Oh Glorioso, San Expedito,
fortalece nuestras debilidades,
que nuestro trabajo sea bendecido
y que la prosperidad y la abundancia
que tanto anhelamos
sea el resultado de nuestro trabajo.
Cobíjanos con tu infinita bondad
y convierte nuestras dificultades en fortalezas.
Ayúdanos a ser mejores cada vez.
Amén.
bendigas mi trabajo y me des fuerza y salud
Para ser más productivo cada día.
Que todo lo que haga o emprenda me salga bien.
Bendice mi jornada y dame la estabilidad laboral
que tanto necesito.
Ayuda también a mis compañeros de trabajo
que asumamos nuestras tareas con entusiasmo
que seamos unidos y cooperemos unos con otros.
Que los bienes y servicios que prestemos
sean del agrado de quienes acudan a nosotros.
Oh Glorioso, San Expedito,
fortalece nuestras debilidades,
que nuestro trabajo sea bendecido
y que la prosperidad y la abundancia
que tanto anhelamos
sea el resultado de nuestro trabajo.
Cobíjanos con tu infinita bondad
y convierte nuestras dificultades en fortalezas.
Ayúdanos a ser mejores cada vez.
Amén.
Mi martirizado San Expedito, tú que supiste hacer frente a las luchas con afán, sin que fuerza alguna sublevara tu fe.
Quien como humilde cordero sigue los pasos de nuestro Señor.
Escucha la súplica de este pobre seguidor tuyo, quien hoy clama por tu amparo para superar el atroz momento que atravieso en mi vida.
San Expedito bendito tú que estás en lo alto, no mires las fallas que como ser humano he cometido hasta hoy.
Deja a un lado aquello que ante tus ojos no es digno de un hermano y apiádate del frágil espíritu que hoy busca tu consuelo y ayuda.
Dale a mi corazón la fuerza y la gallardía para hacer frente a esta prueba que me agobia.
Bendice mi alma y aquello que me rodea para salir airoso de tan penosa situación.
Mi Querido San Expedito, sublime presencia que acompaña mi existir día con día.
No permitas que sucumba ante la pena y elimina de mi camino cualquier piedra que pueda hacerme tropezar sin poder detener el duro golpe que me espera.
Confío plenamente en que tú por intercesión del Altísimo serás mi protector y guía.
Tu misericordia conmigo hará más ligera la carga que cae sobre mi espalda en este momento.
De antemano te doy las gracias San Expedito amado, porque confió en que la gracia del Espíritu Santo se derramará sobre mi vida.
Y tú te coronarás victorioso, pues esa paz que necesito solo de ti provendrá.
En todo momento de dificultad me cobijaré en tus brazos y en los de mi Señor Jesucristo.
Pues en ellos encontraré el consuelo y el sosiego que necesito para seguir adelante y caminar erguido frente al monstruo que me acecha.
Mi piadoso San Expedito me apego a tu bondad y al perdón que solo proviene de nuestro Dios, confiado en que pronto caerán sobre mi sus infinitas bendiciones.
Amén.
Quien como humilde cordero sigue los pasos de nuestro Señor.
Escucha la súplica de este pobre seguidor tuyo, quien hoy clama por tu amparo para superar el atroz momento que atravieso en mi vida.
San Expedito bendito tú que estás en lo alto, no mires las fallas que como ser humano he cometido hasta hoy.
Deja a un lado aquello que ante tus ojos no es digno de un hermano y apiádate del frágil espíritu que hoy busca tu consuelo y ayuda.
Dale a mi corazón la fuerza y la gallardía para hacer frente a esta prueba que me agobia.
Bendice mi alma y aquello que me rodea para salir airoso de tan penosa situación.
Mi Querido San Expedito, sublime presencia que acompaña mi existir día con día.
No permitas que sucumba ante la pena y elimina de mi camino cualquier piedra que pueda hacerme tropezar sin poder detener el duro golpe que me espera.
Confío plenamente en que tú por intercesión del Altísimo serás mi protector y guía.
Tu misericordia conmigo hará más ligera la carga que cae sobre mi espalda en este momento.
De antemano te doy las gracias San Expedito amado, porque confió en que la gracia del Espíritu Santo se derramará sobre mi vida.
Y tú te coronarás victorioso, pues esa paz que necesito solo de ti provendrá.
En todo momento de dificultad me cobijaré en tus brazos y en los de mi Señor Jesucristo.
Pues en ellos encontraré el consuelo y el sosiego que necesito para seguir adelante y caminar erguido frente al monstruo que me acecha.
Mi piadoso San Expedito me apego a tu bondad y al perdón que solo proviene de nuestro Dios, confiado en que pronto caerán sobre mi sus infinitas bendiciones.
Amén.
“Señor, ten piedad de mí.
Jesucristo, ten piedad de mí.
Señor, ten piedad de mí.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Padre Celestial, que eres Dios, ten piedad de mí.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de mí.
Santa María, Reina de los Mártires, ruega por mí.
San Expedito, invencible atleta de la Fe, ruega por mí.
San Expedito, fiel hasta la muerte, ruega por mí.
San Expedito, que todo perdiste para ganar a Jesús, ruega por mi.
San Expedito, que fuiste atormentado, ruega por mi.
San Expedito, que pereciste gloriosamente por la espada, ruega por mi.
San Expedito, que recibiste del Señor la Corona de Justicia que prometió a los que le aman, ruega por mí.
San Expedito, auxilio de los que pierden cosas, ruega por mí.
San Expedito, patrono de la juventud, ruega por mí.
San Expedito, auxilio de los estudiantes, ruega por mí.
San Expedito, modelo de soldado, ruega por mí.
San Expedito, patrono de los viajeros, ruega por mí.
San Expedito, salvación de los enfermos, ruega por mí.
San Expedito, consolador de los afligidos, ruega por mí.
San Expedito, apoyo fiel de los que esperan en vos, ruega por mí.
San Expedito, yo te suplico, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, ven a mi auxilio.
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdóname Señor.
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchame Señor.
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de mi Señor.
Jesús, óyeme.
Jesús, escucha mi oración.
Que mi voz llegue a ti, Señor.”
(A continuación, rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria.)
Jesucristo, ten piedad de mí.
Señor, ten piedad de mí.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Padre Celestial, que eres Dios, ten piedad de mí.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de mí.
Santa María, Reina de los Mártires, ruega por mí.
San Expedito, invencible atleta de la Fe, ruega por mí.
San Expedito, fiel hasta la muerte, ruega por mí.
San Expedito, que todo perdiste para ganar a Jesús, ruega por mi.
San Expedito, que fuiste atormentado, ruega por mi.
San Expedito, que pereciste gloriosamente por la espada, ruega por mi.
San Expedito, que recibiste del Señor la Corona de Justicia que prometió a los que le aman, ruega por mí.
San Expedito, auxilio de los que pierden cosas, ruega por mí.
San Expedito, patrono de la juventud, ruega por mí.
San Expedito, auxilio de los estudiantes, ruega por mí.
San Expedito, modelo de soldado, ruega por mí.
San Expedito, patrono de los viajeros, ruega por mí.
San Expedito, salvación de los enfermos, ruega por mí.
San Expedito, consolador de los afligidos, ruega por mí.
San Expedito, apoyo fiel de los que esperan en vos, ruega por mí.
San Expedito, yo te suplico, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, ven a mi auxilio.
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdóname Señor.
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchame Señor.
Jesús, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de mi Señor.
Jesús, óyeme.
Jesús, escucha mi oración.
Que mi voz llegue a ti, Señor.”
(A continuación, rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria.)
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